Probablemente sepas que cuando estás embarazada compartes todo con tu bebé. Esto significa que cuando recibes vacunas, no sólo se estás protegiendo sino que también le estás dando a tu bebé algo de protección temprana. Se recomienda que recibas las vacunas de la tosferina y la influenza (gripe) en cada embarazo para protegerte y proteger al bebé.
Vacuna de la tosferina
La tosferina (o pertussis) puede ser grave para cualquier persona, pero para el recién nacido puede ser potencialmente mortal. Cada año mueren hasta 20 bebés debido a la tosferina. Aproximadamente la mitad de los bebés menores de 1 año de edad que se enferman de tosferina necesitan tratamiento en el hospital. Cuanto más pequeño sea el bebé cuando se enferma de tosferina, mayor es la probabilidad de que necesite recibir tratamiento en un hospital. Podría ser difícil para te puedas dar cuenta si tu bebé tiene tosferina porque muchos bebés con esta enfermedad no tosen para nada. En lugar de toser, puede hacerles dejar de respirar y ponerse de color morado.
Cuando tu recibes la vacuna contra la tosferina durante el embarazo, tu cuerpo creará anticuerpos protectores y algunos pasarán al bebé antes de su nacimiento. Estos anticuerpos le darán al bebé algo de protección temprana a corto plazo contra la tosferina.
La vacuna contra la influenza
Los cambios en el funcionamiento del sistema inmunitario, el corazón y los pulmones durante el embarazo aumentan las probabilidades de que te enfermes gravemente si contraes la influenza. Contraer la influenza también aumenta las probabilidades de problemas graves para el bebé en gestación, incluidos el trabajo de parto y el nacimiento prematuros. Recibir la vacuna contra la influenza si estás embarazada durante la temporada de influenza: es la mejor manera de protegerte y de proteger a tu bebé de las complicaciones asociadas a la influenza por varios meses después del nacimiento.
La temporada de influenza varía de temporada en temporada, pero recomiendan vacunarse antes de finales del mes de octubre, si es posible. Esto ayuda a protegerte antes de que la actividad de la influenza comience a aumentar.
Continúa protegiendo a tu bebé después del embarazo
Tu obstetra-ginecólogo quizá te recomienden recibir algunas vacunas inmediatamente después de dar a luz. Vacunarse durante el período de posparto te protegerá de enfermarte y le pasarás algunos anticuerpos al bebé a través de la leche materna. Vacunarse después del embarazo es especialmente importante si no has recibido ciertas vacunas antes o durante el embarazo. Tu bebé también comenzará a recibir sus propias vacunas como protección contra enfermedades graves de la infancia.
Aún antes de quedar embarazada, asegúrate de tener todas las vacunas al día. Esto ayudará a protegerte y proteger a tu bebé de enfermedades graves. Por ejemplo, la rubéola es una enfermedad contagiosa que puede ser muy peligrosa si la contraes mientras estás embarazada. De hecho, puede causar abortos espontáneos o defectos de nacimiento graves. La mejor protección contra la rubéola es la vacuna MMR o triple viral (sarampión, paperas, rubéola), pero si no estás al día con las vacunas deberás ponértela antes de quedar embarazada.
Habla con tu obstetra-ginecólogo acerca de las vacunas si planeas hacer un viaje internacional durante tu embarazo.
Habla con su obstetra-ginecólogo acerca de las vacunas para las madres y visita: http://hospitaleslapaz.com/