Cada año, el 19 de octubre se celebra el Día Contra el Cáncer de Mama como recordatorio de un “compromiso de corazón” de toda la sociedad para prevenir esta enfermedad; muchos lo han conmemorado como #octubrerosa por su asociación del color con las mujeres que continuan la lucha en contra de esta enfermedad, aquellas que perdieron la batalla o bien las que ganaron.

1. Afecta a 1 de cada 8 mujeres

El mayor número de diagnósticos con resultado positivo a cáncer de mama se encuentra en mujeres de 45 y 65 años. Una evaluación médica temprana, en un hospital de confianza o centro de diágnostico por imágenes, es la mejor solución para las pacientes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 30 segundos en algún lugar del mundo se diagnostica cáncer de mama a una mujer pero si se detecta a tiempo casi el 100% de los casos tiene cura.

2. Los índices de supervivencia son altos

Las tasas de supervivencia a los 5 años del diagnóstico superan el 90%. La supervivencia por cáncer de mama ha mejorado notablemente en los últimos 20 años debido al incremento de exámenes de diagnóstico como mamografía bilateral o ultrasonido mamario requeridos por médicos profesionales para su detección y tratamiento temprano.

3. Se puede diagnosticar antes de notar síntomas

La prevención y el diagnóstico temprano son claves para luchar contra esta enfermedad. El cáncer de mama es una de las pocas enfermedades que se pueden diagnosticar antes de que se note de forma evidente algún síntoma. La técnica más eficaz para detectar la enfermedad es la “mamografía” ya que permite detectar el 90% de los tumores mientras que el examen físico mediante tacto “autochequeo” ofrece menos de un 50% de resultados confiables pero es necesario que las mujeres lo realicen constantemente para estar atentas ante cualquier cambio.

4. También los hombres lo padecen

El cáncer de mama se presenta en hombres de cualquier edad, pero es más común en pacientes entre 60 a 70 años (edades más tardías). Representa menos del 1% de todos los casos de este cáncer y el índice de supervivencia es similar al de las mujeres. No obstante, a menudo en el caso de los hombres se diagnostica en un estado más avanzado por falta de alertas evidentes así como de chequeos constantes realizados por profesionales de la salud.

5. La mastectomía preventiva no es siempre el remedio

Una mastectomía profiláctica es una cirugía que se realiza en sala de operaciones y requiere hospitalización, para extirpar uno o ambos senos, con la finalidad de reducir las probabilidades de desarrollar y expandir el cáncer en el cuerpo. Aunque puede disminuir este riesgo en un 90% o más; la cirugía no garantiza que no se padecerá la enfermedad en un futuro. Esto se debe a que no es posible eliminar todas las células del seno con exactitud; algunas células que quedan podrían convertirse en potenciales desarrolladores de cáncer. Es por esto la importancia de prevenir a tiempo mediante buenos hábitos de salud, chequeo médico frecuente y examenes adecuados.

6. Factores de riesgo que no puedes cambiar

The American Cancer Society menciona algunos factores que no se pueden cambiar y aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama aunque no son determinantes para sufrirlo:

• mayor riesgo si eres de sexo femenino
• envejecimiento
• tratamientos hormonales
• cambios genéticos

7. La alimentación y los hábitos sí están en tus manos

Los expertos en centros de salud relacionan el cáncer, en general, con el exceso de peso, sedentarismo, tabaco y alcohol más que un factor hereditario.

Algunos estudios demuestran que el riesgo de padecer este cáncer se puede reducir si se realiza ejercicio físico de forma regular (al menos cuatro horas a la semana), se evita el sobrepeso y la obesidad tras la menopausia, se disminuye el consumo regular de alcohol y se consumen estos 5 alimentos, recomendados por nuestros especialistas en nutrición de La Paz Grupo Hospitalario, que ayudan a combatir la enfermedad Brócoli

• Frutas cítricas
• Aceite de oliva
• Avena
• Frutos secos y legumbres
• Manzana

Además, las mujeres que practicaron la lactancia materna posterior a su embarazo pueden disminuir el riesgo de cáncer de mama, en especial si se prolongo durante más de 1 año, ya que beneficia a las células mejorando su bienestar integral.