Uno de los mayores problemas relacionados con el cambio climático es la seguridad alimentaria. Las personas más pobres del mundo, -muchas de las cuales son agricultores, pescadores y pastores-, están siendo los más afectados por las altas temperaturas y el aumento de la frecuencia de desastres relacionados con el clima.
Al mismo tiempo, la población mundial crece de manera constante y se espera que llegue a 9 600 millones de personas en 2050. Para cubrir una demanda tan grande, los sistemas agrícolas y alimentarios tendrán que adaptarse a los efectos adversos del cambio climático y hacerse más resilientes, productivos y sostenibles. Es la única manera de que podamos garantizar el bienestar de los ecosistemas y de la población rural y reducir las emisiones.
Cultivar alimentos de manera sostenible significa adoptar prácticas que producen más con menos en la misma superficie de la tierra y usar los recursos naturales de forma juiciosa. Significa también reducir la pérdida de alimentos antes de la fase del producto final o venta al por menor a través de una serie de iniciativas, que incluyen una mejor recolección, almacenamiento, embalaje, transporte, infraestructuras y mecanismos de mercado, así como marcos institucionales y legales. Por eso, el mensaje global para el Día Mundial de la Alimentación 2016 es “El clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también”.
La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) hace un llamamiento a los países para abordar la alimentación y la agricultura en sus planes de acción climática e invertir más en desarrollo rural.
Fortaleciendo a los pequeños agricultores, podemos garantizar la seguridad alimentaria de una población del planeta cada vez más hambrienta, a la vez que se reducen las emisiones.
¿Sabías qué?
- La ganadería es responsable de casi dos tercios de los gases de efecto invernadero agrícolas (GEI), y del 78% de las emisiones de metano agrícolas. La FAO trabaja con los países para mejorar la gestión del ganado y mitigar los efectos del cambio climático.
- El impacto negativo del cambio climático en los recursos naturales -desde la disminución del suministro de agua de calidad a nivel mundial y la degradación del suelo-, subraya la creciente importancia de usar estos recursos de forma sostenible.Una adecuada gestión del suelo y los bosques, por ejemplo, puede llevar a la absorción natural de dióxido de carbono, reduciendo así las emisiones de gases de efecto invernadero.
- La FAO estima que la producción agrícola debe aumentar en un 60% para 2050 con el fin de alimentar a una población mayor. El cambio climático está poniendo en peligro este objetivo, pero la FAO y sus países miembros están trabajando en diversas soluciones.
- Más de un tercio de los alimentos producidos en el mundo se pierde o desperdicia. Esto supone alrededor de 1 300 millones de toneladas anuales. El metano emitido por los alimentos en descomposición es 25 veces más potente que el dióxido de carbono.
- Para 2050, se espera que las capturas de las principales especies de peces disminuyan hasta en un 40% en los trópicos, donde los medios de vida y la seguridad alimentaria y nutricional dependen en gran medida del sector pesquero. El Código de Conducta de la FAO para la Pesca Responsable orienta a los gobiernos y los actores privados en la conservación y gestión de los océanos, ríos y lagos del mundo.
- La deforestación y la degradación de los bosques se calcula supone entre el 10-11% de las emisiones globales de GEI. La FAO proporciona una serie de herramientas para los propietarios de bosques y otras partes implicadas para la gestión sostenible de los bosques.
- El mundo pretende lograr el Hambre Cero en 2030: el cambio climático es un reto debe abordarse con el fin de continuar la lucha contra el hambre y alcanzar este objetivo. La FAO ayuda a los países a mejorar el sistema alimentario mundial y alcanzar esta meta.
Fuente