- Debe contener al menos un componente lácteo: puede ser leche, yogur o queso. Aportan vitaminas del grupo A, B y D.
- Es importante incluir hidratos de carbono: pan, galletas, cereales… Aportan grandes cantidades de vitaminas y minerales.
- Debe incluir, al menos, una porción de frutas. Puede ser en jugo o entera. Aporta vitaminas, minerales y fibra para favorecer el trabajo del sistema digestivo y una correcta función del tracto gastrointestinal.
- Ten en cuenta los frutos secos ya que aportan calorías y calcio, fósforo, ácidos grasos omega 3. Aunque siempre los consumiremos con moderación, es conveniente comerlos en el desayuno.
- Utilizar jamón bajo en grasas, o jamón serrano o cocido. Aporta gran cantidad de proteínas muy buenas para la formación de tejidos y células.
- Evitar las harinas blancas. Los pasteles, bollería y todo lo referente a repostería industrial no aporta nutrientes y tiene gran contenido de grasas.
- Evitar las proteínas ricas en grasas como el tocino y las salchichas.
Existen todas las variantes que se te ocurran para armar tu desayuno sano, natural y nutritivo. Toma como base los recomendados y cambia los componentes a tu gusto.
Recuerda que tiene que estar equilibrado, para tener una recarga de tus energías.
¡Es la mejor manera de comenzar el día con ánimo y buena energía!