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Me siento una masita en mi pecho, ¿Qué hago?

Por: adminchlp

22 octubre 2020

Salud de la mujer, Cuidado Personal, Relación Médico-Paciente

Sentirse una “masita” o “bulto” en el pecho es un hallazgo bastante común en mujeres a cualquier edad siendo ésta una de las principales causas de consulta para la realización de estudios por imagen, entre éstos ultrasonido o mamografía.     

No todas las masitas que se hacen sensibles en las mamas son producidas por cáncer, de hecho, la mayoría suelen ser benignas; sin embargo, es importante la evaluación por un médico sobre todo si son de reciente aparición, han cambiado sus características o se relacionan con algún otro síntoma.

Existen diversas patologías que pueden producir estas masitas y dentro de éstas podemos mencionar por ejemplo la presencia de quistes mamarios.      Éstos pueden presentarse en mujeres a cualquier edad, incluso mujeres que se encuentren en etapa postmenopaúsica y con uso de terapia de remplazo hormonal.

Los quistes mamarios son sacos o bolsitas llenas de líquido los cuales en la gran mayoría de los casos son clasificados como hallazgos benignos, normalmente no son cancerosos.  Se pueden presentar como únicos o múltiples y pueden estar presentes en una o en ambas mamas.   

Los quistes mamarios no requieren tratamiento, a menos que sean grandes y dolorosos o se encuentren con sospecha de infección. En ese caso, su médico le recomendará drenar el líquido del quiste mamario mediante una punción aspirativa para poder así aliviar los síntomas. 

Otra de las principales causas de éstas “masitas” palpables en la mama puede ser la presencia de nódulos sólidos, los cuales principalmente corresponden a fibroadenomas mamarios (masas benignas).      

Estos nódulos sólidos deben cumplir con características específicas en los métodos de imagen (ultrasonido, mamografía o resonancia magnética) para poderlos clasificar como “probablemente benignos” éstas características ya han sido descritas en los sistemas de clasificación internacional para la patología mamaria, demostrando que su probabilidad de malignidad se encuentra menor al 2%; debido a ésta poca probablidad de malignidad, la recomendación inicial es realizar estudios de seguimiento mediante ultrasonido cada 6 meses hasta completar un período de 2 años (24 meses) con el fin de demostrar que éste nódulo no ha cambiado sus características y de esta forma considerarse estable para continuar con el seguimiento recomendado.

Finalmente, los nódulos sólidos pueden presentar características diferentes a las descritas en la clasificación de “probablemente benignos”, con lo cual aumentan su posibilidad de malignidad, convirtiéndose en nódulos con baja y moderada sospecha de malignidad los cuales se encuentran dentro de un rango de malignidad que va del 2% hasta el 95% o bien con características que los clasifiquen como de alta probabilidad de malignidad donde pueda superar al 95%.

Es importante recordar que también existen nódulos que no son palpables y que pueden ser detectados mediante los estudios rutinarios (mamografía, ultrasonido) y que en mujeres donde se detecte un nódulo mediante mamografía es probable que se complemente la evaluación con ultrasonido mamario para caracterizar de una mejor forma las características de éste, ya que el ultrasonido mamario ayuda a demostrar si éste nódulo es sólido o si se encuentra lleno de líquido.        

Es por esto que debido al amplio espectro de posibilidades que pueden significar un “bulto” o “masita” en tu mama, debes realizarte tu autoexamen de forma periódica y no olvidar realizar una mamografía anual si tienes más de 40 años, así como la evaluación por tu profesional médico.

Y recuerda que,       Detectar a tiempo, Salva vidas…