Año con año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedica en el mes de noviembre una semana para la concientización sobre el uso adecuado de los antimicrobianos; para este año el lema de la semana mundial de concienciación sobre el uso de los antimicrobianos es “Unidos para preservar los antimicrobianos”. Pero, ¿Qué hace a los antimicrobianos tan especiales?
No hay dudas de que uno de los adelantos más importantes en el desarrollo de la medicina fue el descubrimiento y posterior desarrollo de los antimicrobianos. Desde su descubrimiento, los antimicrobianos han servido como la piedra angular de la medicina moderna y han permitido salvar muchas vidas a lo largo de la historia de la humanidad. Sin embargo, el persistente abuso y mal uso han favorecido la aparición y propagación de la resistencia antimicrobiana.
¿Qué es la resistencia antimicrobiana? La resistencia a los antimicrobianos (farmacorresistencia) se produce cuando los microorganismos, sean bacterias, virus, hongos o parásitos, sufren cambios al verse expuestos a los antimicrobianos. La resistencia se produce cuando ocurren mutaciones en los microorganismos en respuesta al uso continuado de estos fármacos; como resultado, los medicamentos se vuelven ineficaces y las infecciones persisten en el organismo, lo que incrementa el riesgo de propagación a otras personas, hace que se incrementen los costos médicos, se prolonguen las estancias hospitalarias y aumente la mortalidad como está sucediendo en los últimos años.
La resistencia a los antibióticos está aumentando en todo el mundo a niveles peligrosos. Día tras día están apareciendo y propagándose en todo el planeta nuevos mecanismos de resistencia que ponen en peligro nuestra capacidad para tratar las enfermedades infecciosas comunes. Un creciente número de infecciones, como neumonía, tuberculosis, septicemia, gonorrea, son cada vez más difíciles y, a veces, imposibles de tratar, a medida que los antimicrobianos van perdiendo eficacia, por esta razón, la OMS ha designado la resistencia antimicrobiana (RAM) como una de los tres problemas más importantes que enfrenta la salud humana en este siglo, al constituir una de las mayores amenazas para la salud mundial. La situación se recrudece ante el mínimo incentivo de la industria farmacéutica de producir nuevos antimicrobianos por lo que en las dos últimas décadas no se ha descubierto ninguna familia nueva de estos fármacos.
¿Qué factores influyen en la resistencia antimicrobiana?
La resistencia a los antimicrobianos ocurre naturalmente con el tiempo, generalmente a través de cambios genéticos. Sin embargo, el mal uso y el uso excesivo de antimicrobianos está acelerando este proceso:
¿Qué podemos hacer para contribuir con la reducción a la resistencia antimicrobiana?
Aunque no lo creas, hay mucho que cada uno de nosotros puede hacer para ayudar a reducir esta resistencia y tomar ciertas medidas que ayudarán a que los antibióticos sigan siendo eficaces:
Es necesario cambiar la forma de utilizar los antibióticos. Aunque se desarrollen nuevos medicamentos, si no se modifican los comportamientos actuales, la resistencia a los antibióticos seguirá representando una grave amenaza para la salud mundial.
Todavía no es demasiado tarde para reducir el impacto de la resistencia a los antibióticos, y todos, como profesionales y como pacientes, podemos contribuir a conservar la eficacia de estos medicamentos.
Recuerda que la resistencia a los antibióticos es un problema que nos afecta a todos. Por eso, te recomendamos que sigas siempre las indicaciones de tu médico y que, en la medida de lo posible, recomiendes a las personas de tu entorno que también lo hagan.