Lavarse las manos es una de las mejores formas de protegerse a sí mismo y a tu familia para no enfermarse.
Lavarse las manos con agua y jabón es algo simple y fácil de hacer. Y lo que es más importante, es una de las formas más eficaces de prevenir la propagación de microbios. Las manos limpias pueden evitar que los microbios se propaguen entre las personas y toda la comunidad, desde tu casa y sitio de trabajo a los lugares donde se cuidan niños y hospitales.
Puedes ayudar a que tanto tu como los demás permanezcan sanos al lavarse las manos con frecuencia, especialmente durante estos momentos clave en que los microbios tienen probabilidad de llegar a tus manos y pueden propagarse con facilidad entre todos:
Restriégate las manos por al menos 20 segundos.
Sigue los siguientes cinco pasos para que siempre te lave las manos en forma correcta.
Lavarse las manos con agua y jabón es la mejor forma de eliminar los microbios. Sin embargo, si no hay agua y jabón disponibles, puedes usar desinfectante de manos que contenga como mínimo 60 % de alcohol. Puedes saber si el desinfectante contiene al menos un 60 % de alcohol leyendo la etiqueta del producto. Los desinfectantes de manos a base de alcohol pueden reducir rápidamente la cantidad de microbios en las manos en algunas situaciones, pero NO eliminan todos los tipos de microbios.
Los desinfectantes de manos no son tan eficaces cuando las manos están visiblemente sucias o grasosas. Más aún, estos desinfectantes quizás no eliminen de las manos las sustancias químicas dañinas, tales como los pesticidas y los metales pesados. Ten cuidado al usar desinfectantes de manos cerca de los niños, ya que, si una persona traga más de un par de sorbos de un desinfectante de manos a base de alcohol, puede intoxicarse por el alcohol.
¿Cómo usar los desinfectantes de manos?